Si tu crucero hace escala en Israel, seguramente atraques en el puerto de Haifa, al norte del país. Hay otros puertos como Asdod (Ashdod), más cerca de Tel Aviv, o Eilat, en el Golfo de Aqaba, menos frecuentados. Te contamos cómo es el puerto de Haifa, cómo moverte y qué hacer.

Haifa es una ciudad al norte de Israel con bastante encanto. Se encuentra a casi una hora de Tel Aviv y a dos horas de Jerusalén. Según los locales, mientras en Tel Aviv se divierten y en Jerusalén rezan, en Haifa trabajan.

El puerto de Haifa es al que llegan la gran mayoría de cruceros. Se está desarrollando una nueva terminal en Ashdod, más cerca de Tel Aviv, pero al que todavía llegan pocos barcos. La terminal de cruceros de Haifa es un fortín, con grandes medidas de seguridad que tendrás que pasar cada vez que entres y salgas. Da igual si vas por tu cuenta, en tour organizado o en taxi privado.

 

Desde el puerto de Haifa puedes llegar andando al centro de la ciudad, que tiene su encanto. Puedes descubrir los jardines colgantes de Bahai, o pasear por su acogedor centro y disfrutar de comida local en alguno de sus muchos restaurantes. Pero lo que la mayoría de visitantes hace es ir a Jerusalén o Tel Aviv.

Llegar a Tel Aviv desde el puerto de Haifa es relativamente fácil. Puedes caminar desde la terminal hasta la estación de tren y llegar por este medio a Tel Aviv en una hora. Pero la ciudad, salvo que busques playa, fiesta o grandes edificios modernos, no tiene gran historia.

Si es tu primera vez en Haifa y nunca has estado en Jerusalén, tu primer destino debe de ser la capital, a dos horas del puerto. Está en construcción la vía del tren, por lo que lo mejor es ir por carretera. Puedes pasar varios días visitando esta ciudad llena de historia y mezcla de culturas, por lo que aprovechar al menos una jornada es obligatorio. Eso sí, vete preparado para un tour de 10 o 12 horas.

Hay mucho que ver y hacer en Jerusalén. Sorprende que sea una enorme ciudad, con grandes modernidades. Aunque su atractivo se concentra en su núcleo antiguo, dividido en cuatro: el Barrio Musulmán, el Barrio Judío, el Barrio Cristiano y el Barrio Armenio.

Jerusalén es un lugar sagrado para tres religiones: el cristianismo, el judaísmo y el Islam. Cada rincón de la capital tiene un significado histórico. En un día no te puedes perder una de las Iglesias más disputadas por diversos creyentes, la del Santo Sepulcro. Desde aquí puedes continuar hacia la Vía Dolorosa y llegar al Muro de la Lamentaciones, el lugar más sagrado para los judíos.

Pero, además, en Jerusalén vale la pena llegar a lugares como el Monte de los Olivos,con impresionantes vistas de la ciudad y donde se encuentran los jardines y la Iglesia de Getsemaní. O el Monte Sion, donde se encuentra la Abadía de la Dormición de la Virgen María, la habitación de la Última Cena y la tumba del Rey David. Tampoco puedes dejar de visitar la Cúpula de la Roca, lugar de culto para el Islam ya que se cree que es el lugar donde Mahoma ascendió a los cielos. Y entrando ya en la franja de Gaza llegamos a Belén para visitar la Basílica de la Natividad, lugar donde se cree que nació Jesús de Nazaret.

Y si ya has visto Jerusalén, o quieres hacer algo diferente en tu segundo día de atraque en el puerto de Haifa (normalmente los cruceros suelen pasar dos días), mi recomendación sería una excursión a Masada y al Mar Muerto. Es un tour largo, de más de 12 horas, con trayectos por carretera de 3 horas, pero que vale muchísimo la pena.

Masada es un yacimiento arqueológico donde puedes ver las ruinas de una antigua ciudad con gran simbolismo judío. Y es que sus habitantes se suicidaron antes de caer en manos del Imperio Romano. Ubicada en lo alto de una roca, Masada es impresionante. Recorrer sus ruinas es dramático. Disfrutar de sus vistas desde lo alto resulta espectacular. Para llegar a la ciudad fortificada hay que tomar un teleférico.

Y desde Masada al Mar Muerto. El viaje es mágico, con un paisaje bastante sorprendente. Y al llegar, la sensación de flotabilidad es única. Tienes que bañarte en él para sentirla.

Pero si en vez de naturaleza te interesan más los viajes de culto, desde Haifa tienes la opción de ir a Nazaret, la ciudad donde creció Jesucristo. Aquí destaca la Basílica de la Anunciación, lugar donde se cree que tuvo lugar la Anunciación. O una visita al río Jordán para visitar Yardenit, el sitio donde se cree que Jesús fue bautizado. Puedes combinar Nazaret y Yardenit en una excursión de un mismo día.

Y si buscas salirte de las rutas habituales desde el puerto de Haifa o ya has visitado las principales atracciones de Israel comentadas, tienes muchas otras alternativas. Puedes aventurarte en la naturaleza y visitar el Mar de Galilea, que en realidad es un lago de agua dulce, a una hora de Haifa. O las grutas geológicas de Rosh Hanikra. Pero también puedes explorar la historia con las ruinas romanas de Cesárea Marítima. Ambos destinos a unos 45 minutos del puerto, por lo que es posible visitar cada uno en medio día de viaje.

La verdad que desde el puerto de Haifa tienes numerosas alternativas para ver, hacer y explorar, por lo que los dos días de estancia de tu crucero se te quedarán cortos.

Fuente: consejerosviajeros.com

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