5 Razones por las que necesitas unas vacaciones en la playa




Contemplar el mar satisface el alma. La vastedad que se aprecia al observar el océano, normalmente denominada «espacio azul» por los psicólogos, tiene la capacidad de serenar nuestra mente. Si alguna vez te has sentado a contemplar el océano y has sentido que tus problemas parecían disiparse mientras una sensación de paz los reemplazaba, déjame decirte que no eres el único. Estamos biológicamente diseñados para experimentar con plenitud la playa.

Casi todos trabajamos en algún tipo de oficina con iluminación artificial. Al menos la mitad de nosotros nunca llegamos a dejar el escritorio para el almuerzo. Saca tus propias conclusiones y verás cuán alarmantes son. Estamos hablando de mucho tiempo sin entrar en contacto con aire fresco. Si esta es tu realidad, necesitas sentir el aroma salado y dulce, la brisa fresca y la luz del sol que solo se experimentan cuando estás de vacaciones en la playa.

Si has tenido la suerte de visitar un pueblo costero, sabes a qué me refiero. Todos lucen shorts, camisetas sin mangas, los clásicos collares de caracoles y sombreros, y disfrutan de sus vacaciones en la playa. La sonrisa en el rostro y la cerveza en la mano son prácticamente un requisito en estos lugares, en los que además siempre hay música en vivo y comida deliciosa. Nuestras responsabilidades, incluso las que más nos gustan, pueden complicarnos la vida muy fácilmente. ¡Relájate! La vida es simple. Deja que los isleños te lo recuerden.

Buceo de superficie, surf, paseos en moto de agua. Podría dar por finalizada esta sección aquí mismo, pero hay más. Nuestro océano es como una enorme área de juegos y está repleta de asombrosas actividades playeras para entretenerte. Ya sea que estés en un romántico crucero por el Caribe con tu pareja o de vacaciones con tu familia en tierra firme, estarás de acuerdo en que las aventuras acuáticas son fabulosas y todos las aman. La playa ofrece muchísimo más que la posibilidad de broncearse, leer y tomar una siesta (aunque yo afirmaría que estas razones por sí mismas son suficientes para no perderse la playa).

Aunque la mayoría de las personas dice que la playa les agota, yo sostengo lo contrario; más bien les otorga el regalo de la relajación total. A mí me ocurre que al volver a casa de la playa y tomar una ducha, me quedo dormida prácticamente antes de poner la cabeza en la almohada. Mmm, qué lindo. Esta verdadera sensación de relajación nos permite retomar nuestras vidas cotidianas con un renovado deseo de seguir persiguiendo nuestras metas y la mente clara.